A pesar de que a mediados del siglo XX se amplió el uso de los morteros de cemento, su mayor retracción, fisuración y rigidez mecánica hicieron que se volviera a utilizar la cal aérea hidratada en la fabricación de morteros, bien como único conglomerante (mortero puro de cal) o en mezclas (morteros mixtos), para su aplicación en revestimientos interiores (enlucidos) y exteriores (revocos), en fábricas de ladrillos, edificios, restauración de monumentos, etc. Así es como en la actualidad, el uso de morteros puros de cal y mixtos en la restauración está muy extendido.