El hidróxido de calcio o cal apagada y los productos específicos derivados son de gran utilidad, fiables y especialmente eficaces para tratamientos concretos como acelerar la cinética de las reacciones, aumentar la eficiencia de la absorción y garantizar una elevada capacidad de captación de contaminantes gaseosos. Además, la correcta combinación de los anteriores parámetros de la cal hidratada permite ofrecer productos de elevada reactividad. En ese sentido, entre los efectos que el uso del hidróxido de cal va a aportar con su uso se encuentra la regulación del pH del entorno en el que se emplea, además de encapsular metales e higienizar, sin olvidar que también reacciona con la sílice, originando estructuras puzolanas.